Es hablar de Friedrich Engels (1820 - 1895) y pensar de inmediato en Karl Marx. Lo contrario apenas ocurre. Aunque el propio Engels se describió como ?segundo violín?, no cabe subestimar su influencia en la vida y obra de Marx. En el marxismo-leninismo, estos viejos amigos, Marx y Engels, se convirtieron en una suerte de Jano. Pero la criatura bicéfala de la mitología de los partidos marxistas nunca existió. Engels desempeñó su propio papel, único e influyente. Lo que está fuera de duda es que sin Engels nunca hubiera existido Marx. Krätke nos acerca a la figura singular del magnate del algodón convertido en enterrador de la clase que le vio nacer haciendo un repaso de los principales elementos creativos que Engels introdujo en el pensamiento contemporáneo, así como en el movimiento socialista internacional. Un libro clave para entender esta figura en el 200 aniversario de su nacimiento.