El siglo XXI ha abierto un nuevo ciclo de estallidos sociales en lasciudades del mundo. Las imágenes de turbas, fuego, disturbios ybarricadas son cada vez más usuales en nuestras calles: las revueltasde Túnez, Turquía, Egipto y Libia, la batalla de Urquinaona deBarcelona seguida por las movilizaciones contra los encarcelamientos,entre otros, de Hasel, las protestas de Chile, Colombia y Ecuador, los chalecos amarillos en Francia, las manifestaciones feministas enArgentina, Polonia y España y los estallidos sociales en EE. UU. sonsolo unos pocos ejemplos. Se trata de alzamientos que estallan demanera imprevista, que aparecen y desaparecen y que son protagonizados por una masa heterogénea entre la que encontramos nuevos sujetos ynuevas demandas que obligan a repensar y redefinir muchos de losconceptos clásicos de la teoría política revolucionaria. Conceptoscomo el de revolución, revuelta, clase social, identidad, sujetohistórico, contradicción principal y contradicciones secundarias,utopía, poder y cambio político. Jule Goikoetxea, filósofa política yescritora, y Albert Noguera, jurista y p