Dentro del binomio prostitución-feminismo resulta bastante habitualrecurrir a su dimensión metafórica como espacio de prácticas,experiencias o militancias, siendo las metáforas que delimitan el finde un espacio y el comienzo del siguiente. Así la prostitución haintentado insertarse dentro del feminismo y cuando lo ha conseguido se ha producido una ruptura, al parecer, irreconciliable. Si el cuerpode las mujeres es la última frontera del capitalismo, el prostíbulo es la última frontera del feminismo. A través de esta alegoría, podemosobservar cómo la prostitución se va configurando como el eternoespacio por «conquistar» dentro de los feminismos y cómo, al mismotiempo, ha quedado relegada en los márgenes y la periferia de unmovimiento que lucha por la visibilidad del mayor conjunto depluralidades posibles. Feminismos desde las esquinas, pretenderepresentar toda la carga metafórica que puede albergar una esquina,en el sentido de representar la parte exterior del lugar dondeconvergen dos lados de una cosa. Dos lados, feminismo y prostitución,que se encuentran en la emergencia del movimiento en