En su innovadora historia sobre el sistema de clases en EstadosUnidos, Nancy Isenberg expone el crucial legado de la embarazosa,siempre presente y ocasionalmente entretenida white trash. Losvotantes que pusieron a Trump en la Casa Blanca han sido una partepermanente del tejido estadounidense: los pobres, marginados y sintierra han existido desde la época del primer asentamiento colonialbritánico hasta los actuales hillbillies. Denominados como «basura»,«timadores perezosos», «comedores de arcilla» o «crackers» en ladécada de 1850, los oprimidos eran conocidos por tener niñosprematuramente envejecidos que se distinguían por su piel amarillenta, ropa andrajosa y actitudes apáticas. Los blancos pobres fueronfundamentales para el ascenso del Partido Republicano a principios del siglo xix y la Guerra Civil en sí misma se libró casi tanto porcuestiones de clase como por la esclavitud. Por otro lado, la escoriablanca siempre ha estado en el centro de los principales debates sobre el carácter de la identidad nacional. Examinando la retóricapolítica, la literatura popular y las teorías científicas a lo largode cuatro