Tras un proceso de documentación de dos años y entrevistas con los principales actores de la escena, Richard King ha compuesto uno de los ensayos de la literatura musical más vibrantes de los últimos tiempos. "Freak Scene" documenta la fascinante historia de los sellos independientes de la música pop y rock británica, desde 1975 a 2005. Tras el advenimiento del punk y su consigna del "do it yourself" como reacción a la práctica habitual en la industria musical, donde el acceso a los medios de producción estaba reservado a la élite, una generación de jóvenes británicos se imbuyó de este espíritu iconoclasta y radical, y sin apenas conocimientos de economía o de marketing, y sin ningún sentido empresarial, se embarcó en la creación de algunos de los sellos que marcarían el rumbo creativo de la música pop. Fundados en dormitorios, garajes o buhardillas, surgieron proyectos como Factory, Rough Trade, Mute, Postcard, Beggars Banquet, 4AD, Creation, Blast First, Warp o Domino, que reinventaron el panorama musical. Nacía así la música "indie" o "alternativa", con bandas como Orange Juice, New Order, Depeche Mode,