Novela situada en el Cáucaso, en la frontera chechena, en Los cosacos brilla la descripción viva de los hábitos y el carácter de este pueblo orgulloso y primario, libre y celoso de su autonomía, distribuido a lo largo de las fronteras del imperio zarista. Allí, a una stanitsa o puesto fronterizo cosaco situado a orillas del río Terek, acude destinado desde Moscú Olenin, joven aristócrata que se alista como junker. Sus vivencias y experiencias en este apartado lugar sirven a Tolstói para formular el conflicto que desata en el hombre refinado y civilizado, alienado por una cultura y una sociedad, la toma de conciencia de su irremediable separación de un mundo intuido, añorado y deseado, pero inconciliable con el ya grabado de forma indeleble en su formación y en su carácter.
Presentación de Víctor Andresco