El hallazgo de un cada´ver en el pantano de Olba pone en marcha la narracio´n. Su protagonista, Esteban, se ha visto obligado a cerrar la carpinteri´a de la que era duen~o, dejando en el paro a los que trabajaban para e´l. Mientras se encarga de cuidar a su padre, enfermo terminal, Esteban indaga en los motivos de una ruina que asume en su doble papel de vi´ctima y de verdugo, y entre cuyos escombros encontramos los valores que han regido una sociedad, un mundo y un tiempo.El espejo en que se mira la vida de Esteban devuelve una imagen hecha de suen~os rotos e ilusiones perdidas. Nada se ha librado de la voracidad: el amor, la familia, la amistad, los co´digos sociales. El interior de los personajes se corresponde con un determinado paisaje exterior que en este caso tiene como referencia ineludible el pantano. E´ste va adquiriendo un creciente peso simbo´lico que nos ayuda a comprender las complejas relaciones que los seres humanos mantienen con su entorno y con su historia.La novela nos obliga a mirar hacia ese espacio fangoso que siempre estuvo ahi´, aunque durante an~os nadie pareci´a estar dispuesto a asumirlo, a la vez lugar de uso y abismo donde se han ocultado delitos y se han lavado conciencias. Heredero de la mejor tradicio´n del realismo, el estilo de En la orilla se sostiene por un lenguaje directo y un tono obsesivo que atrapa al lector desde la primera línea, volvie´ndolo co´mplice. La variedad de recursos permite abrir el campo de la novela a otras situaciones y personajes.Una magnífica y terrible obra maestra, de todo punto inolvidable.