Tras ocho años entre rejas, Max Dembo vuelve a Los Ángeles con sesenta y cinco dólares en el bolsillo, un traje pasado de moda y la intención de reinsertarse en la sociedad. Trepidante y profunda, de un verismo difícilmente igualable, esta obra supuso el debut literario de Edward Bunker, delincuente convicto y una de las mayores referencias en literatura criminal norteamericana.