No importa que te quejes de las horas extra sin pagar, de que elsalario no te permite sobrevivir o de que no se cumple tu contrato:siempre hay alguien dispuesto a recordarte que debes estar agradecidopor tener trabajo. Pero, ¿qué tenemos que agradecer exactamente? ¿Lasjornadas interminables, la imposibilidad de cuidar a las personas quenos rodean, las enfermedades laborables, los accidentes, las muertes?En el mejor de los casos, luchamos por mejorar algunas condicioneslaborales concretas, pero la acción colectiva parece detenerse ahí. Al menos tienes trabajo radiografía el mercado laboral y se cuestiona si es el momento de hacernos otras preguntas. De empezar a pensar paraqué y por qué trabajamos y no solo cómo lo hacemos.