La primera gran obra en prosa de la lengua italiana. Escrita entre 1349 y 1351, es una colección de cien cuentos de variada procedencia donde el autor muestra su inigualable destreza de narrador, perspicacia psicológica, certera pincelada satírica y magnífica descripción de las costumbres de aquel tiempo.
Los cuentos son relatados por un grupo de diez jóvenes que se retiran a las afueras de Florencia para protegerse del contagio de la peste que asolaba la ciudad; allí, durante diez días, cada uno de ellos tiene que gestionar una jornada y todas sus actividades; entre éstas destacas especialmente las reuniones donde, para pasar el tiempo, los presentes tienen que contar un cuento. Los temas son muy variados, abundan los licenciosos, pero también se narran historias sentimentales, trágicas y moralizantes.