El acto de mirar es siempre interpretativo: supone el establecimiento de una relacio00301;n i00301;ntima que afecta tanto al observador como al objeto de su mirada. Pese al supuesto distanciamiento que suele exigirse al teo00301;rico del arte, Miguel A00301;ngel Herna00301;ndez lleva an00303;os aproxima00301;ndose asi00301; a las ima00301;genes para establecer con ellas un dia00301;logo profundo en el continuum de arte y vida. El resultado son los textos aqui00301; reunidos, a medio camino entre el ensayo, la autobiografi00301;a y la narrativa, en los que siguiendo la estela de Benjamin, Sontag y Barthes se exploran cuestiones como el valor de la memoria y su vi00301;nculo con el conocimiento, el duelo, la e00301;tica de la mirada, las relaciones entre tecnologi00301;a y deseo, o la percepcio00301;n subjetiva del tiempo. A trave00301;s de una prosa atravesada de vivencias, iluminaciones y experimentacio00301;n literaria, el ejercicio de contemplar ima00301;genes se nos revela como una experiencia vital y transformadora.